miércoles, 29 de julio de 2009

Burca

Fingiendo estar muerta a dos metros bajo tierra, viendo como te desintegras, recordé el color de las estrellas y volví a soñar, y soñé.
No cabaré mi tumba ni me reafirmaré como otro estúpido ante la vida que un día amé. No cabaré mi tumba, aunque vague taciturna. Así, así vagué... Para decidir cual era el lugar al que nunca debí volver y por fin desaparecí.

Sin renegar de mi misma vencí y ascendí de nuevo con la cabeza bien alta y escarcha en el pelo. No me arrepiento, hace tiempo quemé mi burka, con él o sin él mi sustento no es nadie más que mi propio templo, donde siempre hay cobijo donde elijo lo que quiero, ahí soy yo quien manda, soy yo quien escribe las líneas que leo y releo.

Aunque por momentos el mundo te destruya hay cosas que no cambian nunca, las estrellas siempre estarán en el cielo.






2 comentarios:

HUMO dijo...

Que fuerte.
Me gusta la firmeza de tus palabras.
Me gusta la personalidad de tu blog.
Me gusta el estilo con que dices las cosas.

gracias por visitarme!

=) HUMO

Dani Clemente dijo...

Las estrellas siempre estarán en el cielo, y siempre habrá quien grite hacia ellas.
Saludos