domingo, 22 de agosto de 2010

Moreno

Las briznas del campo
me llevaban flotando
y no me pesaron las plumas.
... Quizá
encontré un lugar
(sin querer),
alto
espacioso
que late y observa.
Tranquilo,
moreno.

En la noche me acoge
olvidándome el caparazón
de mi corazón de mármol
exhausto,
de mis ojos rotos.

Recorren mi piel
los suspiros
que comienzan en un lunar
y terminan
en el infinito
de algún escondite
perdido
de nuestros cuerpos.

Quizá, encontré
donde encontrarte.
Entonces, me invade la calma...

Pero no me deja dormir
lo efímero
de los besos del lugar,
que me quedó vacío el murmullo
cuando sueño
que no estés tú.

La marea
siempre,
sube de nuevo,
arrastrándome
y destruyendo,
siempre,
los rinconcitos
que construyo
con todo mi amor.

1 comentario:

Roxy Varlow dijo...

Un lugar en el que amar y quitarle el caparazón al corazón (:
Bonito texto (L)