viernes, 2 de enero de 2009

Nacemos envueltos en una telaraña fuerte que con los años va pudriéndose, desapareciendo de tal manera que al final nuestros cuerpos se encuentran totalmente descubiertos cara al mundo y cada paso que damos es importante y cada decisión decisiva un segundo después. También hay más cosas objeto de nuestro pensamiento y menos tiempo que dedicarles, eso es crecer, resolver un problema tras otro rápidamente.

Crecer es algo obligatorio, algo por lo que hay que pasar.
Crecer es algo doloroso, tan doloroso como amar, como sufrir por amor… Tan doloroso como el miedo, como el miedo a resbalar, el miedo a perder, el miedo a no saber…
Hay muchas razones para no querer crecer, pero paradójicamente, el que no crece suele ser el que más sufre.
HAY QUE CRECER.

Añoro equivocarme y que mis errores sean revocables: tener un examen… y su correspondiente recuperación, suspender dos… y no repetir curso, tener una falta de ortografía… y que la mayor repercusión sea un tachón rojo…
Pero la vida es otra cosa, otra cosa muy distinta. El amor, la universidad… Hasta la noche y el día se convierten en cosas muy distintas.
Hemos perdido mucho tiempo aprendiendo cosas inútiles.

A veces me gustaría decir tu nombre e inmediatamente que a mi lado aparecieses, como cuando necesitaba a mi madre, cuando me caía de la bici o no sabía resolver un problema… Pero eso se acaba, y la palabra mágica "mamá" no es la clave correcta.
Y “llámame” no es algo que necesariamente vaya a cumplirse, quiéreme es algo que anhelamos pero que no suele ocurrir… Nuestras madres y padres nos malcriaron y la telaraña hace ya mucho se la llevó un viento nocturno, por eso nuestras vidas son nuestras y de nadie más, nuestro amor nuestro y de nadie más y nuestro futuro nuestro y de nadie más.

Somos prescindibles, nadie nos hecha de menos aunque creerlo nos produzca cierta satisfacción que nos empuja a seguir; pensar que somos necesarios, que alguien nos necesita… (No lo somos).

LA SUPERVIVENCIA ES DURA…

3 comentarios:

OjosMiel. dijo...

Y yo que me agarré a esa absurda telaraña que lo único que hizo fue retenerme...


Gracias a tí por leerme:), y por todo.


^^

R. dijo...

“quiéreme” es algo que anhelamos pero que no suele ocurrir…



Si lo pedimos es como los deseos que dices en voz alta,que ya no se cumplen.Es algo que he aprendido al crecer...

En fin,muchas gracias,yo tb te agrego :)!

Insolencia dijo...

Gran filosofía! Me gusta tu blog :)